Grabado en Hyde Park de Londres
Jueves, 26 de enero / 20.00 h
Dirección musical: Leone Magiera
Programa: Verdi, Puccini, Meyerbeer,
Leoncavallo, Wagner, Massenet, Bixio,
De Curtis, Di Capua/Mazzucchi
Duración: 1 h 33 min
Londres, 30 de julio de 1991. Un típico verano inglés: frío y lluvia torrencial. Aun así, 150.000 personas se reunieron en Hyde Park para el concierto gratuito de Luciano Pavarotti (1935-2007). El mayor evento al aire libre en la ciudad desde los Rolling Stones en 1969. El tenor de Módena, acaso la mayor estrella de la historia de la ópera (con permiso de Maria Callas), celebraba el 30 aniversario de su carrera. Pese a sus 55 años y sus evidentes kilos de más, seguía en plenas facultades: el timbre de oro, la flexibilidad, los agudos brillantes, la pasmosa naturalidad con que hacía todo. Venía de protagonizar, un año antes, el histórico recital de Los Tres Tenores en Roma; su grabación sería el álbum de música clásica más vendido de todos los tiempos. El repertorio encadenó algunas de sus arias favoritas, con predominio claro de Puccini. No en vano, el papel con el que debutó en 1961 en Reggio Emilia fue Rodolfo de La Bohème. Aquí regresó al pintor Cavaradossi, de Tosca (E lucevan le stelle), al payaso Canio, del Pagliacci de Leoncavallo (Vesti la giubba), y el Calaf de Turandot: su Nessun Dorma irá siempre asociada a Pavarotti desde que la cantó en el Mundial de Italia 90. Con su irresistible carisma, el tenor abordó tonadas populares como O sole mio o Torna a Surriento, y hasta dedicó a Lady Di Donna non vidi mai, de Manon Lescaut. “Nunca he visto una mujer como ella”, tradujo al inglés. La “princesa del pueblo” fue la primera invitada de la zona VIP que bajó su paraguas para no molestar al resto del público. Tanto ella como el príncipe Carlos estaban empapados cuando saludaron al tenor al acabar. Fue el comienzo de su amistad.